Vas a la frutería o al mercado y tus ojos te llevan a una atractiva fruta de aspecto desconocido, pero que resulta muy apetecible. ¿Te ha pasado? Es probable que se trate de la popularmente conocida como fruta de la pasión o fruta del dragón, pero cuyo nombre oficial es pitahaya.
Se trata de una fruta exótica oriundo de la zona tropical del continente americano, pero cada vez más común en nuestras tiendas y casas, gracias a que, además de ser una fruta atractiva, se trata de un alimento con unas propiedades nutricionales muy destacadas. Además, su popularidad se ha debido, en gran parte, a que la fruta del dragón se ha comenzado a cultivar en España y puede dar fruto en casi todo el país.
¡Y qué decir de su sabor! La fruta del dragón o pitahaya convence por tener un gusto dulzón -provocado por los azúcares naturales del propio fruto- y muy refrescante, ideal para los meses de altas temperaturas. Con un alto contenido en agua que nos ayudará a mantenernos hidratados y rica en fibra, esta fruta destaca sobre todo por ser fuente de vitaminas antioxidantes y minerales esenciales.
¿Pitaya o pitahaya?
Otra fruta similar es la pitaya que, aunque comparte similitudes con la fruta del dragón o la pitahaya, conviene matizar que no son exactamente lo mismo, aunque es habitual confundirlas porque proceden de la misma familia y comparten dichas saludables propiedades nutricionales.
De la pitahaya o fruta del dragón, que es la variedad de la que trata este artículo, se puede destacar la existencia de tres variedades principales, cuya sustancial diferencia radica tanto en el color del interior como del exterior del fruto. Así, podemos encontrar frutas del dragón rojas -aunque su tonalidad se asemeja más a un llamativo rosa- que pueden esconder una pulpa blanca o roja; o frutas del dragón amarillas, cuya parte interna es blanca.
¿Cómo se come?
La manera más sencilla de explicar la forma de consumo de la fruta del dragón es sacándole algún parecido y eso nos lleva, sin duda, a pensar en el kiwi. Con una pulpa repleta de pequeñas 'pepitas' y de textura similar a dicha fruta verde, la forma más sencilla de comer la pitahaya es partiéndola por la mitad y sacar el interior o comerla directamente de la cáscara con ayuda de una cuchara.
Al ser una fruta con mucha agua y, por tanto, jugosa, sienta muy bien comerla al natural, pero también funciona muy bien para preparar zumos, batidos e incluso helados. También se puede disfrutar de la fruta del dragón mezclándola con yogur.